Tuesday, September 9, 2014

Vacío

No se había visto envuelta en tal sentimiento miserable en el alma. Sólo personas de su índole tenían el poder de causar dolor.
De alguna manera sostenía, por esta noción de dolor, su estado solitario y alejado. Se sabía a sí misma cobarde.
Habían cuestiones en su cabeza al respecto: Daniel. Ahora se podía parar a su lado y juntos ver a la gente bajo unos ojos devoradores e insensibles, pensó en preguntarle cómo había de soportar la desdicha de sentirse amado y no dar nada a cambio, salvo sonrisas falsas y besos vacíos.
Así fue como en carne propia vivió el papel de Daniel unos años después de haber terminado con así. 
El vacío, la mentira, todo a causa de fingir, de no herir y ser infeliz por dentro. ¿En realidad eso era? O tal vez había alguna clase de placer en ilusionar y nunca involucrarse. Esto supone un riesgo que no iba a correr con cualquiera. Y empieza desde el mismo punto de partida.


Juego, otra palabra, de esas que vi en sus ojos. Le advertí a su ceguera que le guiara por caminos planos sin fijaciones incómodas o momentos ridículos, más su ceguera me llevó por agujeros vacíos de insatisfacción, insaciable al paladar de ti, dijiste “Daniel no te dejo” pero tú cordura cedió a los colores del cielo y te fuiste junto con mi lugar entre tus piernas, mi hogar infinito, húmedo y tibio me abandonó. Los ojos volados que me mostraban el mundo ya no eras tú. Tú universo escondido se había liberado, nunca pensé que la claridad te llegara tan profunda para nunca regresar.

Mientes cuando dices sí y estas ausente. Tus besos son el aire, tú una roca. Un maldito marfil tallado. Te prefería zorra y regalada Daniel tú mis días mentira sonrisa juega estoy cansado de tus días confusos en blanco y sin ganas de mí. Vete entonces y vuelve la espalda para cuando rasgue tú vestido de tela del lago que si vas a ser mis crisis vas a ser la cura y me hundo en el mal de los rastros que dejó mi fracaso en tus labios por los besos que no sentiste las caricias que no te llegaron al corazón.
Vuelve tu espalda para que no veas mis ojos ultravioleta dilatarse.

Thursday, June 5, 2014

Puertas de cristal

Me llegó la imagen de Daniel cuando subía las escaleras. Dijo que quería volar. 

Un día entre amigos dijo que la vida no le alcanzaba para ser tan feliz, y no paraba de preguntarse cómo condensar en un instante toda su existencia y acto seguido morir, ellos le ignoraron. Sin embargo él seguía subiendo las escaleras. 

En la mañana preguntó por las caras largas en los rostros de las personas, y todos pasaron de largo sin mirarlo, luego les preguntó a dónde iban y alguien lo empujó. Daniel hizo una pausa y siguió subiendo las escaleras. 

Otra noche me vino la imagen de Daniel en un campo de fresas. Decía que los viajes siempre tienen retorno, que sin retorno nunca hubo viaje, y de su sueño se desplegó un edificio muy alto, dijo que nunca lloró por la muerte de su padre, no porque no le quisiera o porque no le extrañara, por el contrario fue muy, muy feliz con él. Luego se acercó a su edificio y me dijo "nunca me llores que yo te amo". Se dio vuelta y entró por unas puertas de cristal, luego susurró: "Quiero volar".

Thursday, May 15, 2014

Arquitectura Latinoamericana

La arquitectura lleva consigo la conciencia de un pueblo. Determina por necesidad la forma de vida de las personas. Entra a ser parte cultural de un territorio y de alguna manera es el lenguaje del pensamiento colectivo. Lo que me lleva a que la arquitectura latinoamericana ha sido, desde su colonia española, atrevida y osada a lo largo del continente.

Aunque a de finales del siglo XIX, hubo cambios significativos en la economía de Iberoamérica, con la apertura comercial al mercado internacional, y los pueblos se creían ya países emancipados, vendría sólo entonces un reemplazo de colonia. La mentalidad latinoamericana al parecer no logró (o no ha logrado) una plena liberación en donde reconoce lo propio y trabaja en ello, por el contrario, raya en la  dependencia de otras naciones y se niega así misma.

Esto es evidente, sobre todo en esta época en donde la gran aspiración era parecerse a Europa. Básicamente París. Lo que para mí resulta una irónica paradoja, porque mientras eso sucede acá, Francia pretende una aproximación a los clásico desde la academia en términos arquitectónicos.

Entonces vemos una arquitectura religiosa y funcionalista (pabellones, estaciones ferroviarias, etc.). Ramón Gutiérrez dice: ‘Ya no se trata de tipologías, sino de modelos’, el colmo, la copia era literal. Sin embargo, esto no es todo. Existe otro factor que viola los territorios americanos y golpea en nuestra forma de vida silenciosamente: arquitectos que construyeron sus proyectos sin nunca pisar el destino, en su mayoría.

Se trata de los concursos ganados por europeos. Que en cierta medida la educación en esa época no reparaba en estudios arquitectónicos como tal, que trabajase en conjunto con otras áreas sociales. En cambio sí, había una compleja discusión entre ingeniero-arquitecto. Cuando el hecho de construir se basaba, en su mayoría, de números y física, dejando de lado el diseño, hasta el final de los estudios.

Lo que generó cambios positivos en estos lugares que apenas comenzaban el camino del ‘progreso’, industria. Pues la ingeniería, a cargo de los ingleses, llevó al avance de ciudades por medio de las vías ferroviarias.
Lo anterior, y el hecho de que hubo una reorganización y embellecimiento de las ciudades es muy provechoso hasta estos días. La búsqueda de tener un paseo, avenida o bulevar con perfil francés, y que además, esta arquitectura haya enfatizado en la fachada como escenografía urbana e imagen de la cuidad, hizo que ciudades como Buenos Aires, Argentina sean ciudades bellas en sí mismas y su recorrido sea agradable. Tenemos la Avenida de Mayo como ejemplo de esta ‘gran imitación’ europea y los frutos en américa.

No obstante la ideología marcada por esta corriente arquitectónica, de la mano con la corriente artística, tan influenciada o dependiente de Europa, marcaba sin lugar a duda una falta de amor propio,  más bien, una negación absoluta de nuestro pasado. En donde ni siquiera el idioma es valorado como una de las joyas heredadas. Ramón Gutiérrez afirma:

‘El vivir en  una ciudad de fisionomía francesa, es residir en un petit hotel borbónico, el hablar aquel idioma e imitar el modo de vida era para la élite gobernante finisecular la garantía de pertenecer a la <<civilización>> y el haber borrado definitivamente los genes culturales de la  <<barbarie>> a que los condenaba su humillante naturaleza americana.’

Luego surge el eclecticismo, que no es más, sino clientes americanos aburridos de siempre lo mismo (repertorio clasicista italiano, y luego francés) exigiendo diferenciación como clave de prestigio. Sin embargo, lo interesante de estas nuevas corrientes, fue el impacto físico y la riqueza formal que se siguió acumulando en Iberoamérica, sobre todo en el área de infraestructura y equipamiento urbano. Pues lo esencial se destaca en la transferencia tecnológica, la expansión urbanística, nuevos sistemas de comunicaciones y el desarrollo de infraestructuras; la primera estación de ferrocarril fue en Buenos Aires.

Con esto llegan dos fenómenos en los que no adentraré que fueron: la sinceridad de la arquitectura en su estructura, y por el contrario el maquillaje arquitectónico. El gran cascarón ornamentado.

Bien, pues tanto liberalismo económico, no fue más que libertades individuales, de derechos y competitividad. Que dejó un patrimonio destruido y suplantado, puesto en manos extranjeras. Que si bien, hubo trabajos de arqueología en las ruinas precolombinas, fue so pretexto para su depredación y sustitución. Como lo hizo el francés Pierre Benoit con el Cabildo de Buenos Aires.


Esta visión materialista dejó relegado el ser, por el tener. De una manera infame y egoísta. Una visión absurda, que dejó ciudades bellas. Ahora, el cuestionamiento no va sólo a la morfología de lo positivo o negativo, sino que al parecer esta postura moral no ha cambiado mucho.

Sunday, April 27, 2014

Sal con una chica simple.

Lo encontré en un grupo en facebook y amé esto, lo compartiré. Y aclaro no es de mi autoría:








Sal con una chica que lea. Sal con una chica que gaste su dinero en libros en vez de ropa. Ella tiene problemas de espacio en su clóset porque tiene demasiados libros. Sal con una chica que tenga una lista de libros que quiere leer, que tenga un carnet de biblioteca desde que tenía doce años.

Encuentra una chica que lea. Sabrás que lo hace porque siempre tendrá un libro por leer en su cartera. Ella es ésa que mira amorosamente sobre los estantes en la librería, la que llora calladamente cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica extraña olfateando las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Ésa es la lectora. Nunca pueden resistirse a oler las páginas, especialmente cuando están amarillas.

Ella es la chica que lee mientras espera en esa cafetería al final de la calle. Si echas un vistazo a su taza, la crema está flotando en la parte de arriba porque ella está ya como absorta. Perdida en un mundo creado por el autor. Siéntate. Quizás te dé una mirada penetrante, porque a la mayoría de las chicas que leen no les gusta ser interrumpidas. Pregúntale si le gusta el libro.
Cómprale otra taza de café.

Hazle saber lo que realmente piensas de Murakami. Ve si pasó del primer capítulo de La Comunidad. Entiende que si te dice que entendió el Ulises de Joyce, sólo lo está diciendo para sonar inteligente. Pregúntale si ama a Alicia, o si le gustaría ser Alicia.

Es fácil salir con una chica que lee. Dale libros por su cumpleaños, por Navidad y en los aniversarios. Dale el regalo de las palabras, en poesías, en canciones. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings. Déjale saber que entiendes que las palabras son amor. Entiende que ella sabe la diferencia entre los libros y la realidad pero, por Dios, ella está tratando de hacer su vida un poco más como su libro favorito. Nunca será tu culpa si ella lo hace.
Ella tiene que intentarlo, de algún modo.

Miéntele. Si entiende de sintaxis, entenderá que necesitas mentir. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo. No será el fin del mundo.

Fállale. Porque una chica que lee, sabe que el fracaso siempre lleva al clímax. Porque son chicas que entienden que todas las cosas llegan a un fin. Que siempre puedes escribir una secuela. Que puedes comenzar una y otra y otra vez y aún ser el héroe. Que la vida está destinada a tener uno o dos villanos. 
¿Por qué tener miedo de todo lo que no eres? Las chicas que leen entienden que la gente, como los personajes, se desarrollan. Excepto en la serie de Crepúsculo.

Si encuentras una chica que lee, manténla cerca. Cuando la encuentres despierta a las dos de la mañana, apretando un libro contra su pecho y sollozando, hazle una taza de té y abrázala. Puedes perderla por un par de horas, pero siempre regresará contigo. Hablará como si los personajes en el libro fueran reales, porque, por un rato, siempre lo son.
Le propondrás matrimonio en un globo aerostático. O durante un concierto de rock. O muy casualmente, la próxima vez que esté enferma. Por Skype.
Sonreirás tanto que te preguntarás por qué tu corazón no ha explotado y sangrado por todo tu pecho todavía. Escribirás la historia de sus vidas, tendrán niños con nombres extraños y gustos todavía más extraños. Ella le presentará a tus niños al Gato en el Sombrero y a Aslan, quizás el mismo día. Caminarán juntos el invierno de su vejez y ella recitará a Keats en voz baja mientras tú te sacudes la nieve de las botas. 

Sal con una chica que lee, porque te lo mereces. Te mereces una chica que pueda darte la vida más colorida imaginable. Si tú sólo puedes darle monotonía, y horas duras y propuestas a medias, entonces estás mejor solo. Si quieres el mundo, y los mundos más allá de éste, sal con una chica que lea.

O mejor aún, sal con una chica que escriba.

Wednesday, April 16, 2014

En tiempos aquellos.


Estaría más tiempo en el océano. 

Viendo las nubes pasar y el horizonte de mil colores. Pero un día iba a regresar a la superficie y tocar la arena con los talones. Estaría sola encontrándome a mí misma en un lugar donde el tiempo se minimiza cuando todo es veloz. 

Me lavaré la cara y las gotas me las secaré en el pantalón. Entonces mis jeans quedarán húmedos y secaré con el viento, 

caminaré por donde caminan todos. Saldré. Sin tiempo para pensar en el calor de mi cuerpo, en la temperatura de mis pies o en el sabor del café. Todo será más rápido y viviré menos. No me dentendré en los colores del agua, en los estanques, ni contaré más mis pasos. 

El océano fue difícil un tiempo, agradable la instancia y también la salida. Le daré gracias por no dejarme hundir y en cambio darme más de lo que yo quería. 

Enero de 2014. Calgary, Canada.

La verdad es cosa de falsos.

Para Sabina,vivir en la verdad, no mentirse a sí mismo, ni mentir a los demás, solo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en el público, eso es vivir en la mentira.
Fragmento de 'La insoportable levedad del ser' de Milan Kundera.

Somos figurantes de escenas ya pensadas. Como actores sin telar, pero con público constante. Que siempre criticará la actuación, juzgará y se reirá. ¿En realidad queremos ser un personaje de admiración? tal vez no repudio. 

NOTA: Este libro es mi favorito. 

Sunday, April 13, 2014

Tiempo de crecer

Tiempo de crecer fue un título que surgió hace unos meses, cuando me di cuenta que necesitaba un stop para volver a empezar. 

¿Pero empezar qué? mejor debería renunciar a aquello que le llaman ''amor''. 

Tiempo de crecer, para no llorar, 
tiempo de crecer para darme cuenta que con un mal de amor no se acaba el mundo.

Tiempo de crecer,
para darle tiempo a estudiar, a leer, a escribir, 
tiempo para mí. 

Pero al parecer ese tiempo está lejano, 
ese tiempo no llega a mis manos 

... Pero bueno, por lo menos no lloro, 
Ya no enloquezco, mis caprichos han calmado sus deseos. 

He aprendido a perder.

He aprendido a perder tiempo
y hacerle versos para encontrar algo de aquello perdido. 

He aprendido a atar mi corazón, 
para que jamás se vuela a sentir al borde del abismo.

Que las melancolías son menores, 
que ya no hay decepciones.

...que ya no hay amor.

(Recopilación de hace mucho tiempo. Muuuuuuchoooo tiempo)

Friday, April 11, 2014

Sin poder huirle.

Siempre he pensado que uno se enamora de la idea de una persona, no de la persona.
Si supieras que te pienso tanto. Yo no lo quise asi. 

Un dia apareciste, otro dia te fuiste. Y luego de mucho tiempo, un dia volviste a aparecer.

Quien entendia tus comas, tus pausas. Eras tanto ruido que no supiste que siempre estaba entre tus silencios. 

Yo no quise tenerte presente. Pero me invades cada noche en mis sueños. Por qué. 

Eso fue ese dia que me viste y me saludaste. Tampoco queria verte, pero apareciste. Y caminamos por el centro de Bogotá y me dijiste que yo estaba en tus sueños, que no me olvidas. 

Debí haberlo descifrado, pero no pude codificarte, si es una mentira o una verdad. 

Mentira debe ser, como todo lo que me dijiste durante tanto tiempo. Mentiras. 

Tal vez sean mentiras que me extrañas, que me sueñas, que me quieres y que sabes que nadie más te va a querer como yo lo hice. 

NOTA:
Han pasado cosas, que hace que escritos como este no tengan valor alguno ahora, pero valoro que con el tiempo, todavía me agrade leer la forma en que escribí esto. No lo pude haber publicado antes, aun sabiendo que jamás me leería. 

Monday, November 18, 2013

Atropocentrismo

Para quienes creen que con el descubrimiento del sol, el universo es heliocentrista, pues no. Siento decespcionarlos, pero si algo es claro en estos tiempos es que para la raza humana no existe nada sobre esta faz de la tierra que no sean... nosotros mismos. 

Tanta 'evolución' y tanto 'progreso' no es mas que el alejamiento progresivo hacia la naturaleza y su destrucción. Tanto que dice la cultura popular de los indígenas y su estado de ''ignorancia'' y ''salvajismo'', que no nos damos cuenta que los papeles estan invertidos, nosotros somos los salvajes. 


El ego que una vez permeó todo un pensamiento, el antropocentrismo, sigue vigente, en este mundo no caben ni animalitos, ni arbolitos, ni nada juntos. 






Porque primero está nuestro gusto exhótico por las pieles, o las famosas aletas de tiburón (que ni sé para qué sirven, pero eso sí los dejan sin sus aletas y los tiran al mar). 

Siempre satisfaciendonos, sin ningún tipo de respeto a la naturaleza, ya estamos pagando la condena. 










De los sueños.

Wicca dijo que no entendía por qué muchos prefieren pasar la vida entera destruyendo los caminos que desean recorrer, en vez de andar el único camino que los conducirá a algún lugar. 
Paulo Coelho, del libro Brida

Habla del miedo, de las decisiones  de tomar el destino por los cuernos y enfrentarlo. Tal vez no como librando una batalla, sino combatiendo una guerra. La guerra de mi vida, la guerra de combatir la pereza y el sueño para pelear por todas esas cosas que quiero y a veces siento que no puedo. De ahí que me di cuenta que muchas personas se quedan en el miedo y en esos pensamientos mediocres o negativos. Mientras otras ven el miedo como una etapa y la superan, es cuando vemos a los grandes, los que vemos como dioses invencibles que nunca fueron humanos. 

Recuerdo la biografía de Albert Einstein, quien duró persiguiendo su teoría de la gravedad durante años, en este proceso se defraudó de sí mismo cuando en ocasiones encontró errores en su teoría, no importa, su fe le alentó en continuar con la teoría. Lidió con gente que no creyó en él, lidió con la invisibilidad de cuando lo ignoraban, el menosprecio y otras adversidades. Ahora Napoleón, que tal vez puede generar odio a quienes conocen las atrocidades que hizo en España, por ejemplo, pero como personaje terco y perseguidor de sueños, yo admiro a Napoleón, su perseverancia y lucha. ¿Quién apostaría por un chiquitín, proveniente de Córsega (colonia francesa) que ni siquiera hablaba bien el francés? Napoleón era un hombre cualquiera, que soñó y tomó la desgraciada situación de Francia como una oportunidad, se aprovechó de las consecuencias de la Revolución Francesa y le dio nombre al próximo mandatario, sin antes engrandecer a la nación, darle identidad a su gente: construcción de escuelas, puentes etc. y finalmente posicionarla como potencia. Bueno, en fin, ya me desvié, es que me siento enamorada por Napoleón y no me quiero extender en él. 

Yo iba en ''escoger una sóla cosa buena'' y no en ''ir destruyendo los caminos'' (miedo). Pues bien, reconozco que a veces siento que no puedo o que no soy suficiente, pero dentro de mí, yo sé que sí. Sé que seré una gran dibujante, una arquitecta y una escritora. Esos son mis sueños, y sé que es difícil. Siento que Wicca tiene razón cuando dice que ''muchos prefieren pasar la vida entera destruyendo los caminos que no desean recorrer'', yo sé, es más fácil. Lo he hecho, y sé que es fácil porque, por el contrario, recorrer el camino que persigue una idea, y serle fiel, es complicado. Es del guerrero responsable, disciplinado, ordenado y bajo su propio rigor, de honor y sobre todo la rectitud, la rectitud conmigo misma, que se trata de nunca dejar envenenar mis principios, siempre serles leal. Sin embargo, a veces tengo miedo, no importa, sé que la constancia formará mis aptitudes de escritora o de dibujante, como dijo Paulo Licona el primer día de clase 1% talento, 99% trabajo.

Saturday, November 9, 2013

El clima Bipolar de Bogotá D.C.

Bogotá es una ciudad que mucha gente odia por el tráfico, la delincuencia y todas esas exageraciones que a la gente le gustar hacerse en la cabeza. Sin embargo, yo encuentro a Bogotá una ciudad maravillosa. 

Una de las cosas que más disfruto y que no es muy frecuente, es la neblina. Siento que es una sorpresa, tanto así como un regalo del cielo o de los dioses indígenas que alguna vez fueron propios del territorio.  Sucede en las madrugadas, cuando no veo nada mas que los siguientes tres pasos que daré. No veo las esquinas, no veo las casas, no veo los árboles, y me gustaría tampoco ver mis manos enguantadas (sería muy genial). 

También me encanta cuando llego a la universidad y dirijo mi mirada hacia los cerros ¡Están escondidos! La neblina los ha cubierto inevitablemente, como si una clase de photoshop los hubiera borrado en alguna aplicación y hubiera dejado a Bogotá sin Monserrate y sin Guadalupe.

Pero esto sucede muy pocas veces, Bogotá ya no es tan frío como dicen que era antes, entonces la neblina es un fenómeno esporádico. Más bien Bogotá sufre de una bipolaridad bien adolescente, de a veces estar bien y de repente cambiar su estado de ánimo. Por eso siempre trato de vestirme acorde a los caprichos de Bogotá, para mucho frío, lluvia y para mucho calor. Por si al clima de Bogotá se le da la gana ponernos frío, siempre cargo guantes, gorro, bufanda y la chaqueta bien gruesa, por si también se le da la gana de echarnos agua todo el día, y yo no mojarme. Pero si le da la gana de ensolarnos todo día, es cuestíon de guardar mi ropaje de guantes y gorro, quitarme la chaqueta y ya estoy en pinta de veraneo. Es normal que tenga que usar estas dos pintas al día. Ahora que empezó noviembre, Bogotá es lo más bipolar del año. En la mañana hace sol y en la tarde nos echa cántaros de agua. 

Que día fui a coger el trasmilenio y llegué a la estación de Universidades, eran las 5pm, tal vez el cielo nublado, un día normal. Y mientras esperaba el bus veía hacia al frente, una torre verde y alta como de 30 pisos, detrás de ella la gran montaña de Monserrate y rematando en la punta, la iglesia. Más o menos en cinco minutos dejé de ver la montaña, la neblina era tan espesa que borró casi todo mi panorama. Comenzó por la cruz de la punta de la iglesia, poco a poco borró la misma, y así continuó vistiendo a Monserrate de blanco hasta desapareserla, la torre verde del frente si era bien imposible cubrirla, eso sería como dejar de ver mis manos en la madrugada, porque está casi encima de la estación. Bueno, siguiente a eso el cielo regó toda el agua que tenía sobre nosotros y yo cogí el bus y me dormí. Obvio yo no me mojé, pero a todos los que la lluvia los cogió por sorpresa, se habrán echado su buena lavada. 

En fin, esas imágenes fueron cheveres, y la lluvia también. 

Wednesday, November 6, 2013

Las producciones colombianas apestan.

Cuando uno aprende a codificar cada signo, y sabe que nada de lo que toca, ve, come, es casualidad, comienza a ser dolorosamente consiente de las cosas. 

La verdad yo no entiendo porqué la gente se aterroriza cuando ve las noticias o lee en El Espacio hechos macabros, si se alegran y exitan con las novelas de la noche en los canales nacionales. 

No veo la diferencia entre las noticias que alarman de gente inhumana que mata porque sí y esas series de la televisión. Yo pensaría más en una reacción de exaltación y adrenalina frente a un hecho de violación y asesinato infantil. Finalmente nosotros mismos alabamos esos actos al ver RCN en las noches. 




Yo sé que nos encanta la violencia y muerte, la violación y el sufrimiento, porque es lo que más consumimos. Entonces cuando estallen una bomba en alguna ciudad o pueblo o iglesia, ¡Hagamos una fiesta! estamos viviendo lo que vemos o ¿a quién no le gustaría ser protagonista de su novela favorita?

Lo que más me duele es que nos inculcan matar, venganza, que la dignidad de la otra persona no importa y cuando suceden atrocidades nos preguntamos ¿Por qué?

¿Por qué la gente ahora es tan intolerante? ¿Por qué hay muerte tan frecuente? Y pensamientos como: ''Mejor no le peleo al señor del bus o del taxi, es mejor evitar problemas, que tal dar con un resentido que quién sabe que termine haciéndole a uno.''

¿Será que la respuesta no está en esas grandiosas producciones nacionales que hacen nuestros ''creativos productores''? Qué va, es tan sólo un programa. 

Bien, pues ver actos en la televisión y asimilarlos como normales o correctos, es una cosa, y otra es trasladar esos comportamientos a la vida real y sentir cómo son el pan de cada día. Porque cada día esto es una jungla más salvaje y la única regla que hay es la ley de supervivencia. Y si antes había UN Pablo Escobar, ahora hay muchos Pablitos Escobares regados por Colombia, porque él fue vendido como un super-héroe colombiano, y todos quieren seguir figuras grandes, tal como él nos fue mostrado. Todo esto gracias a su patrocinador el canal Caracol, quien se esmera en engendrar estas creaturitas y les enseña fielmente que el dinero fácil sí se puede, que la droga es lucrativa y a las niñas las enseña a ser prostitutas. Que después las mamás no reprendan a sus hijas por ser pequeñas puticas, recuerden que vieron juntas Las Muñecas de la mafia. 

Sin embargo este comportamiento que engendramos bajo Caracol y RCN no es lo único que siembra mala semilla. Además de todo, esas  novelas no son más que un gran discurso. Un discurso que lo único que hace es contarnos: ''Somos unos malditos bastardos, violentos y salvajes. Que venimos del narcotráfico y seguiremos en él por los siglos de los siglos amén'' 

Y lo cuentan, lo recuerdan y lo recuentan. Que si bien, algún día pasó, es totalmente necesario homenajear esos hechos, engrandecerlos y trasmitir el conocimiento de pistolas cargadas y piernas abiertas. Porque nosotros no somos más que eso. 




Sunday, November 3, 2013

Esclavos For Ever.

Podemos pasar días actuando como figurantes en escenas pensadas y escritas por otros.
Fernando Savater

Estamos inevitablemente condenados al consumo, y eso nos hace esclavos.

Esclavos de tener un 'smartphone' o un ipad.
Esclavos de tener un buen carro. 
Esclavos de tener un televisor Led de 51'. 
Esclavos de tener una cámara.
Esclavos de tener la mejor ropa. 
Esclavos de tener tennis Nike. 
Esclavos de ser ''bellos''. 
Esclavos de tener.






Y todo esto amarrado a uno de los discursos más fuertes en la actualidad: ''Hay que gozar de la vida''. 

¿A costa de qué?. A costa de deduas:






Sin nunca estar satisfechos, después de una compra viene otra. De esta manera, el Gran Discurso nos anima a continuar con nuestro trabajo, que no importa si es frustrante, tenemos que ser el figurante de escenas pensadas y escritas por otros. Tenemos que participar en el discurso de la felicidad, de la plenitud alcanzada solamente por la capacidad adquisitiva y las propiedades obtenidas. Pareciera que sólo así vamos a ser aceptados y valorados. Pareciera que el tener nos hace mejores personas. 



¡Tan exagerada! Digamos que soy exagerada, pero remontémonos a la realidad. ¿Para qué las mujeres se maquillan? para ponerse una cara diferente a la que tienen, porque el discurso de belleza dice: -Mujer, tú eres fea, maquíllate. Y lo mismo con las dietas y los diferentes tratamientos que pueden hacer millones de mujeres para alcanzar esa belleza





Otro ejemplo, no muy lejano, puede ser el carro o un televisor. Todos queremos un buen carro. Ojalá sea un BMW, o Mercedes Benz, y si alguien que esté leyendo esto y tenga un carrito viejo, o de esos bien baratos, juro que sueña con algo lujoso. Y no lo juzgo, porque ese es el pensamiento que se inculca todos los días, un pensamiento al que no hay escapatoria (aparente). Se nos olvida que las cosas tienen un fin, el uso. Y si teníamos un celular Nokia 1100, era para llamar, ahora los celulares sirven para todo, menos para llamar. Un televisor se cambia por un televisor pantalla plana o led, no porque haya dejado de funcionar, sino porque ese discurso: -''Vive nuevas emociones y convierte tu sala en un lugar perfecto de entretenimiento'', solo nos promete un paraíso que se basa en las estimulaciones y sobreestimulaciones de una persona. Sin embargo, este paraíso que además de que no existe, la llegada es tortuosa y dolorosa (pagar deudas). Porque la felicidad tiene un precio. 



¿Y quién no sueña en frente de una vitrina? ¿Quién no añora algo frente a una vitrina? ¿Y quién no ha hecho hasta lo imposible por conseguir ese algo de esa vitrina? Yo creo que todos hemos caído en la trampa. Todos compartimos esa frágil sensibilidad y fijación por los objetos, por tener más y también compartimos ese continuo sentimiento de aburrimiento. 

El aburrimiento resulta ser otro factor del discurso: -''Goza la vida, (en tanto tengas dinero para pagarlo)''. Porque si no nos aburriéramos de las cosas que tenemos y si viviéramos felices con lo que compramos hace cinco años, el consumo se cae, es decir, el capitalismo fracasa y hay caos. 

Pero bueno, yo iba en que ''Pareciera que el tener nos hace mejor personas'' (y me desvié). Entonces retomo y pongo un ejemplo: La ropa. 

¿Por qué son tan importantes las marcas cuando se habla de ropa y sus accesorios?
La Coste, Polo Ralph Lauren, Nike, Coach, etc. 








Tal vez eso tiene que ver por las veces que hemos juzgado a alguien por cómo se viste, y asimismo le hemos tratado. Porque tenemos una conciencia, allá bien adentro, que nos indica y categoriza a la persona, con preguntas elementales:

¿En dónde vives?: En Soacha.
¿En dónde estudias?: En el instituto triángulo.
¿Tu mamá qué hace?: Es mesera. 

Y si a eso se le agrega que es feito y tiene una chaqueta descolorida y zapatos anticuados, es probable que se le tengan bastantes prejuicios a una persona, que tal vez sea noble, leal, responsable y muy talentosa en su estudio. Finalmente eso queda en segundo plano, porque lo que importa es otra cosa. 


Con todo esto, argumento que somos esclavos, que la libertad no se le otorga a cualquiera. La libertad resulta ser un premio, a quien aprenda a codificar todo lo que le llega, desde esa publicidad odiosa que yo odio, hasta los programas de televisión, la música, los objetos y todo lo que consumimos,  porque cada cosa carga en sí un discurso.


Saturday, November 2, 2013

Cuando muera viejita.

Cuando mi tata muera no voy a llorar, y tampoco le llevaré flores a la tumba. El día que ella muera, dejaré de ver su redonda figura pintada de azul, y la llevaré en mi corazón para siempre. 

Cuando el papá de una amiga murió, entendí que a la muerte no se le debe temer, y que tampoco hay que estar triste. No sé si la cosa sea de celebrar, pero no de llorar. También entendí que las flores no valen de nada si no sacan una sonrisa, para qué flores a muertos, más bien le llevo flores a mi mamá para darle un pedacito de felicidad. Acompañar a mi tata, que quién sabe cuándo deje de mamar gallo y cumpla la profecía de morirse, que con ese cuento lleva 20 años.

La viejita está loca, y todos lo sabemos, por eso la molestamos tanto. Mi mamá, mi tío, yo, hasta mis tíos que están en Canadá molestan a la pobre viejecita sin nadita que comer. Mi mamá es muy chistosa cuando la llama por teléfono, contesta y le dice ''Hola niña pobre'', mi mamá le dice nena, le dice mafa (de la caricatura Mafalda, por la raya que tiene como boca, igual a la de mi tata), le dice perra-loca o perrita; mi tío Juancho (el esposo de mi tía Claudia, en Canadá), ''el hijo predilecto'', dice mi tata, le dice: -''Mi viejeciiiitaaa''; y Ramiro (mi tío) es más chistoso, le dice mente de pollo o cabeza de papa salada, por las canas, pero de todas las maneras que le digan a la perris, a ella no le importa, y todos lo decimos con cariño. 









La viejita ya está viejita, y pronostica su muerte cada mes, ya nadie le pone cuidado. Desde que mi papá la conoció ella dice: -''De este año no paso'', y eso que fue hace más de 25 años. La viejita no hace más sino tomar del pelo

Pero como dije, la viejita ya está viejita, y aunque yo creo que aún no se cumplirá el pronóstico, yo quiero vivir junto a ella todo lo que se pueda. Por eso me la cargo a la casa de mis papás los fines de semana, y su redondo y relleno cuerpo duerme a mi lado los sábados y los domingos.







Nosotros siempre la molestamos y nos reímos del Loco y de ella. El Loco es mi abuelito Eduardo, que siempre ha sido loco, pero con el tiempo ahora es más loco. A mi abuelito Eduardo siempre lo roban, le roban tornillos, le roban música, le roban hasta camisetas del año 1000. Los únicos seres que no lo han robado han sido Niño, el pájarito de la casa que ya se murió, y mi perro Docky. Todos los demás entran en lista. 





Desde que era pequeña escuchaba el cuento de la gatiada, no lo entendí hasta que crecí. Le decían que tenía las rodillas raspadas de gatiarle al Loco, como viven en cuartos separados desde hace diez-mil-años, y además cada habitación está bien lejos una de la otra. Pero ahora el cuento ya no es ese, desde hace poco, el cuento es con 'palomo', y como dice mi tata: -''El Sr. Rodriguez y la Sra. Margarita'', bueno, pues palomo es el amante de la perris, ''Pero si ese viejito no pasa ni saliva'', dice mi tata. Hasta mi abuelito Eduardo llamó a mi mamá a decirle: -''¡Martha!, ¿usted sabe que su mamá tiene novio?'', ''es un viejo con ruana''. No, no, no, son mentiras, siempre será para reírnos a costillas de la pobre viejecita sin nadita que comer. 





Y todos al rededor de la viejita, qué será de nosotros sin esa perrita loca que nos haga reír. Por eso la recogeré todos los viernes al Club del Abuelo, lugar que conocí el viernes pasado cuando me dio por verla y llevarla a la casa. Ese día estaba haciendo sol y llamé a Ramiro a preguntarle en donde era que ella iba todos los viernes. Me bajé en la estación del Polo y caminé barrio adentro en busca de una viejita que mueve el esqueleto. Cuando llegué la viejita estaba bailando con el doctor, el único hombre entre tantas abuelas (y un niño disfrazado de Iron Man). Ese día mi mamá llegó luego y tomó mucha cerveza, ¡cual jartona es! Y cuando el baile se acabó nos fuimos a la casa. 

Ramiro dice que es mucho milagro que los gatos estén vivos, la gata tuvo 4 gatos, y nacieron hace como un mes. El viernes, cuando llegamos a la casa mi tata se aplastó sobre los gatos, como no pueden andar en el piso todavía, se la pasan en la cama. ¡Pobres gatos con mi tata! y pobres gatos con Ramiro también, él les hace buling todo el tiempo, ojalá no se suiciden. 

En fin, esa casa es una casa de locos, la loca Mafa y el loco Eduardo. Hablar de la casa, es hablar de mi tata. Quién diría que el lugar en donde yo crecí ahora estuviera tan diferente. Pero no importa, por lo menos sé que aún puedo recorrer ese eterno corredor saturado de espejos y pisar el suelo pintado de dálmata que pisé todos los días durante 16 años. Cuando mi tata se muera, lloraré cuando la casa muera con ella. La casa es mi tata, y mi tata es la casa. La casa sin mi tata nunca hubiera sido La Casa. 

Recuerdo cuando era pequeña, habían dos perros gays, eran fresh puddle, Tobby y Chico, de mi tata. De Ramiro había uno que se llamaba Zenky, un boxer albino, ese también murió. Y mi perro, que de milagro vive: Docky. Y sí que es un milagro que sobreviva con mi abuelito a cargo. Yo era una enana en medio de esa jungla enorme de casa. 

Y así como recuerdo a los pinches perros de mi tata, recuerdo cuando la acompañaba a hacer el mercado. Ese eterno mercado de horas y horas y horas. Salía de la casa en un día soleado. Con un caminar lento y torcido, la viejita se alejaba de mí, mientras yo empujaba el portón para revisar si había quedado bien cerrado. Íbamos al parque a sentarnos un rato y después íbamos a donde la Sra. Venerice o Várice, como le decía Ramiro, a seguir sentadas y comer un helado. Pasaba el tiempo y mi tata regresaba a la casa al medio día a hacer el almuerzo, y ya en la tarde, a las 5pm decía ''Eduardito le sirvo ya o más tarde''.



En breve el tiempo pasó, y aunque creo que sus arrugas han sido las mismas desde que la recuerdo, es claro que han aumentado y la memoria ha disminuido. Mi vida ha cambiado y siento que todo tiene que ver con la viejita. Mi vida fue La Casa, la viejita y ya tengo 19 años, casi 20, y sigue conmigo. Sin embargo se que algún día la dejaré de ver y espero que aparezca en mi sueños, a veces le digo que cuando se muera me cuente cómo son las cosas por allá.